Universidade del Salvador
Hermetismo y Alquimia en la tradición occidental
Filosofía y religión en el pensamiento tardo-antiguo y su posteridad
Descripción y organización
El hermetismo y la alquimia son dos expresiones filosófico-religiosas que han convivido, haciéndose intercambios mutuos de diversa índole, en el contexto de la Antigüedad tardía. Una prueba de esto podría encontrarse fácilmente en la figura y obra de Zósimo de Panópolis, un autor egipcio de fines del siglo III y principios del siglo IV, que combina las enseñanzas de Hermes con los primeros escritos alquímicos y occidentales de los que se tenga noticia; Jámblico de Calcis, por su parte, con una propuesta contemporánea y similar, la teúrgia, sostendrá que Pitágoras, Demócrito, Platón y Eudoxo, habrían extraído su filosofía de la sabiduría egipcia; San Agustín, un testigo claro de estos sincretismos, será el que transmita los fragmentos de un texto hermético, el famoso Asclepio latino; con anterioridad, sin embargo, los escritos gnósticos de Nag Hammadi, además de legar textos explícitamente herméticos (el Discurso sobre la Ogdóada y la Enéada, la Oración de acción de gracias y el Discurso Perfecto), describirán a Hermes bajo la figura del pastor (Tratado del gran Espíritu invisible), o bien, señalarán vocabularios típicos de la alquimia –el caso de la purificación de los metales– a través de planteos judeo-apocalípticos y platonizantes (El Alógenes); en el medioevo estos contactos se intensifican y se propagan, y un ejemplo de eso estaría en las conocidas obras de la Tabula Smaragdina, la Turba philosophorum y el Picatrix; la modernidad ubica en un lugar preferencial al dios Hermes-Thot, y desarrolla las vertientes alquímicas (en sus versiones cristianas y no cristianas), con el abad Tritemio, Paracelso, Cornelio Agrippa, Jacobo Böhme, que influirán significativamente en personajes como Roger Bacon, Giordano Bruno, Godfried Leibniz, e Isaac Newton; en el siglo XX, podríamos mencionar como cultores y transmisores de ambas expresiones, a René Guénon, Julius Evola, Mircea Eliade, Titus Burckhardt, Carl Gustav Jung, Elémire Zolla, y en la literatura, Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal, Gabriel García Márquez, Umberto Eco, entre otros, como una prueba de la pervivencia de algunos motivos en el mundo contemporáneo.
(Texto de los organizadores)
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